Cuando pensamos en una cocina de diseño nórdico, lo primero que puede venir a la mente es un espacio luminoso, minimalista y funcional. En este contexto, la elección de los materiales de la encimera es fundamental. Tanto el cuarzo como el granito tienen sus seguidores, y ambos materiales tienen características únicas que pueden complementar perfectamente una cocina de estilo nórdico.
Uno de los aspectos que me hace considerar el cuarzo es su uniformidad. Este material es un producto de ingeniería compuesto generalmente por un 93% de cuarzo natural mezclado con resinas y pigmentos. Esta combinación no solo le da una apariencia homogénea y moderna, sino que también lo hace extremadamente resistente a las manchas. Si piensas en la limpieza fácil y rápida, el cuarzo es una buena opción. No sé si alguna vez has tenido que lidiar con manchas persistentes en otras superficies; te aseguro que el cuarzo te facilita mucho la vida.
Por otro lado, el granito es completamente natural, y cada pieza es única. Eso es algo sorprendente porque le da un toque especial a la cocina; ninguna encimera será igual a otra. El granito proviene principalmente de canteras situadas en países como Brasil, India y China. Pero, hay algo que debes tener en cuenta: es un material poroso, lo que significa que requiere cierto mantenimiento para evitar que absorba líquidos y se manche. Si estás dispuesto a pulirlo y sellarlo cada uno o dos años, entonces quizás el granito sea para ti.
Ahora bien, si nos centramos en la durabilidad, el cuarzo tiene una ligera ventaja. Mientras que el granito puede tener una dureza increíble en la escala de Mohs (entre 6 y 7), el cuarzo también se encuentra en esos niveles, pero su naturaleza no porosa lo hace más resistente al daño por líquidos comunes en la cocina, como el vino o el aceite. ¿Y qué pasa con las bacterias? En este punto, el cuarzo, al no ser poroso, no permite que las bacterias se alojen en su superficie.
Además, hay una cuestión económica que no podemos dejar de lado. El precio del cuarzo suele ser un poco más elevado que el del granito. Sin embargo, el coste se ve compensado en parte por el bajo mantenimiento y la durabilidad que ofrece. Estoy seguro de que si consideras el tiempo y el dinero a largo plazo, el cuarzo puede ser una inversión más eficiente. Por supuesto, esto puede variar en función de las marcas y calidades, pero, como idea general, esto es algo que debe tenerse en cuenta.
A nivel estético, ambos materiales pueden funcionar maravillosamente bien en una cocina nórdica. A muchas personas les gusta la apariencia limpia y contemporánea del cuarzo, que está disponible en colores y acabados que se ajustan al minimalismo típico de este estilo. Los tonos claros del cuarzo combinan a la perfección con el blanco predominante en el diseño nórdico. Pero el granito también tiene su encanto, especialmente si optas por una pieza con vetas sutiles que agregan un toque de calidez y naturalidad al ambiente.
En definitiva, elegir entre cuarzo o granito para tu cocina nórdica depende de tus gustos, presupuesto y disposición al mantenimiento. Si valoras la uniformidad, la resistencia a las manchas y el bajo mantenimiento, puede que prefieras el cuarzo. Por otro lado, si te atrae la singularidad de cada piedra y no te importa dedicarle un poco de cuidado, el granito podría ser perfecto para ti. Si buscas más información, visita este enlace para descubrir más sobre las ventajas del cuarzo.